“HEMOS GANADO”; frase que todos podemos decirnos para sentirnos mejor, para convencernos a nosotros mismos que hemos hecho las cosas bien. Todos los partidos lo dicen. Todos los votantes se lo creen. Y quizás todos estén en lo cierto porque cada partido y cada votante puede encontrar alguna o varias razones para pensar y sentir así.
Pero
lo cierto es que también todos y cada uno de los votantes puede preguntarse
“¿HEMOS GANADO?”, porque parece que todos los demás nos dicen que no, que
nosotros no hemos ganado…. porque no hemos conseguido el objetivo que parecía
perseguíamos.
Y
es bajo esta perspectiva de logro de objetivos bajo la que yo me planteo hallar
mi propia respuesta a la pregunta anterior. Y, para ello, dejo de hablar de
todos los partidos, y de todos los votantes y me centro sólo en los partidos y
votantes de izquierda entre los que me encuentro. Aunque, para hablar solo de
la izquierda he de mencionar también a Ciudadanos por su influencia en este
devenir de los acontecimientos, aunque su afinidad sea con el PP y la derecha
Personalmente,
sólo he tenido un objetivo a lo largo de los tres últimos años: hacer lo que
estuviese en mi mano para “acabar definitivamente con el PP y sus políticas”, y
para eso abrí en mi Blog la sección “Hablemos del Gobierno” (o “Elecciones”, ya
que me ponía como límite de la misma la celebración de las siguientes
elecciones generales (1)); pero que se complementaba incluso con algunas otros
artículos de carácter político más general en la sección “Política y Sociedad”
(2)
Posteriormente
surgió Podemos como Partido dispuesto a dar un vuelco total en el horizonte
político español y, junto a Podemos, el Partido catalán ya existente de
Ciudadanos, que juntos, pero no en unión, presentaron el nuevo objetivo de “acabar con el bipartidismo”.
Y
ya desde los primeros momentos, yo me preguntaba: ¿qué significa acabar con el
bipartidismo?; ¿acabar con la forma de gobernar “establecida” de la alteración
de poderes continua entre PP y PSOE pero manteniendo errores inadmisibles y
crecientes de ambas formaciones, o acabar sin más con la existencia de ambos
partidos?
Y
quizás, en la forma de responder a esta cuestión pueda encontrarse el por qué
de los resultados electorales habidos. Creo
sinceramente, y lo repito con convicción, que el objetivo inicial de
Podemos y de Ciudadanos fue “cambiar las políticas”, cambiar “la forma de hacer
política”. Pero este objetivo inicial teóricamente se podría hacer a través de
dos vías: consiguiendo que PP y PSOE “cambiasen” sus políticas y formas (¿?) o,
si se consideraba que esto no era posible, pues acabando con ellos.
Pero
creo que en este momento del devenir de los acontecimientos se produce un
fenómeno importante: la toma de consciencia de que existen posibilidades reales
no solo “de cambiar” la forma de hacer política en España, sino de poder
“llegar al poder”. Repito: Si el objetivo es cambiar “la forma de hacer
política” las estrategias son unas: “se cuenta con el otro”, con los otros, con quien puede ayudarme en ese objetivo común; pero si el
objetivo es lograr el poder la estrategia es otra….¡¡y única!!: lograr el
máximo número de votos posible… aunque sea “a costa” del otro
¿Y
cómo podía Podemos lograr el máximo número de votos posible?, ….el máximo
número de votos para acabar con las políticas del PP?.... ¿logrando votos de
los antiguos votantes del PP?, parece una ironía y una utopía imposible; por
tanto solo había un camino: robar los votos del resto de la izquierda: del PSOE
y de IU; y hacia esto, y solo hacia esto, se ha encaminado la acción principal
de Podemos.
Pero,
como ya he repetido en múltiples ocasiones, creo que esto ha sido un grave
error; y creo que ha sido un grave error por dos razones principales:
- porque ha debilitado muchísimo a dos partidos que podrían haber ayudado a una misma visión de renovación, sin por ello lograr acabar con la supremacía de la derecha del PP y Ciudadanos
- porque no han logrado “ilusionar” y movilizar suficientemente a ese más del 25% de los españoles que siguen sin acercarse a las urnas
Hoy
tenemos un panorama absolutamente fragmentado sin que se vean posibilidades
ciertas de acuerdos estables y “satisfactorios”; pues como bien dijo ayer uno
de los comentaristas de una de las tertulias televisivas: …y los votantes que
“no han votado” a un determinado partido ¿pueden sentirse satisfechos de un
pacto o coalición que quizás ellos no quisieran?. Como dije ya hace tiempo en
uno de los artículos de la sección citada, ¿por qué hemos de pensar que va
a ser más fácil ponerse de acuerdo sobre “políticas” después de las elecciones
que antes de ellas?, ¿por qué puedo yo
–votante de izquierdas- sentirme
confiado de que va a ser posible un entendimiento positivo entre los líderes y
partidos “NO PP” ahora, a prisa y corriendo, que a lo largo de los meses que
hemos tenido por delante?
No
hemos logrado “acabar” con el PP; no hemos logrado acabar con “el bipartidismo”
tal como se quería; y no hemos logrado el dominio del poder para poder “hacer”
lo que considerábamos oportuno.
He
escrito bastante a lo largo de estos años. Mis ideas están, pues, claramente
repetidas una y otra vez en esta sección (a la que pongo punto y final en este
momento). Pero no quiero dejar de repetir una vez más mi principal pensamiento:
No olvidemos que los 69 escaños de Podemos son suma de los distintos pactos o
agrupaciones electorales que Podemos ha hecho con otros movimientos y partidos
locales. Allí donde ha logrado pactar y aglutinar ha ganado. Por eso cuando yo
me digo “hemos ganado”, me pregunto
“¿hemos ganado?”, y siento algo por mi interior que me dice SÍ…pero NO:
hemos ganado mucho, estamos mucho más allá de donde estábamos el 15M; ….pero no
sé si no ha sido solo una victoria fratricida. Pedro Sanchez fracasó
estrepitosamente en el último debate con Rajoy al no saber utilizar
adecuadamente su ventaja en el momento y forma oportunos, y siento una desazón
parecida mirando la trayectoria de los que deseábamos acabar con el PP, su
prepotencia y sus políticas, desde las Autonómicas y Municipales hasta las
Generales: parece que sólo hayamos pensado en que “o gano yo, o todo lo demás
es inadmisible”. ¿Cuántos votos traducidos en escaños se hubieran logrado con
una candidatura única de izquierdas?; ¿cuánta
gente no suficientemente motivada se hubiera decidido a votar por esta
candidatura explícita frente a la derecha?
Yo
ya he dicho todo lo que tenía que decir. Queridos amigos lectores, muchas
gracias por vuestras muestras de apoyo, y muchísimas más gracias a quienes me
habéis criticado o me habéis expuesto opiniones contrarias; ello me ha
permitido crecer como persona: crecer en amplitud de mente, en comprensión y en
tolerancia, y hasta en humildad: ¡¡Cuatro virtudes-valores de la izquierda que
si las tuviesen los dirigentes políticos la realidad sería muy distinta y mucho
más positiva!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Anímate a aportar tus opiniones a todos los participantes del blog