Y
cuando digo “perdimos” me refiero a todos los que deseábamos que España no
siguiese gobernada por el PP y por el Sr. Rajoy
Ha
pasado una semana desde el “fatídico” 26 de junio, y permitidme que lo
califique así pues aunque los números son los que son, y la democracia consiste
en el gobierno de la mayoría, yo sigo boquiabierto al no escuchar desde
entonces ninguna expresión de gran gozo y alegría por el triunfo del PP y sí
muchas por la derrota de los demás. ¿Quiénes son, pues, los que han votado al
PP?,… porque yo no me muevo exclusivamente en entornos de Podemos y de IU
Son
miles las personas que cada día escriben sus opiniones sobre la política, los
políticos, y de forma especial sobre las elecciones, sobre lo que creen que va
a pasar, sobre lo que desean que pase y sobre lo que ha pasado o puede pasar de
ahora en adelante; y de esas miles de voces diarias al menos el 51% son mucho
más autorizadas que la mía, con más fundamento, con más datos, con más
responsabilidad profesional. Lo mío es, simplemente eso: una opinión más que no
va a tener repercusión más allá de las 10,
20 ó 100
personas que me puedan leer. Pero, respondiendo al espíritu de este Blog, la
formación es personal, individual, y en base principalmente a lo que
interioricemos y sintamos sobre lo que vemos, leemos, escuchamos, o
experimentamos a nuestro alrededor.
En
este sentido, por ejemplo, a mí me han impresionado de forma especial las
expresiones “sentimentales” que he vivido a mi alrededor estos días: las
lágrimas y las caras de impotencia en los fieles seguidores jóvenes de Unidos
Podemos; las expresiones de rabia e
incredulidad de personas honradas que no pueden comprender cómo se siguen
eligiendo y manteniendo en el poder a políticos faltos de toda ética y amor al
prójimo, y a los gritos de “que se jodan” de los que ahora vuelven a sentirse
dueños, amos y señores de “esta España
nuestra”
Por
eso me he decidido a escribir este artículo: no porque crea que voy a estar más
en lo cierto que los demás en mis opiniones, sino simplemente porque creo que
pueden ser útiles para contrastar nuestras reacciones ante la realidad, y/o
para poder pensar en las posibilidades de cambios de actitud.
Creo
que no han sido solo una o dos cosas las que han llevado a los resultados del
pasado 26 de Junio, pero tampoco voy a tratar de pensar y comentar todas las
que puedan ser posibles; hablaré de las que más me vengan a la mente; pero lo
que sí quiero remarcar sobre todo es que
“los sucesos que acontecen hoy son producto de los hechos
realizados -o no realizados-
anteriormente”.
Y
así, bajo esta perspectiva, para mí la primera y principal razón del fracaso de
las opciones de cambio ha sido el fallo del planteamiento estratégico.
No ha habido planteamiento estratégico frente a un Mariano Rajoy y “los poderes en la sombra” que son verdaderos
expertos en este arte. Creo que a nivel estratégico se ha luchado con hondas y
machetes frente a tanques y aviones y, lo más grave, “dando palos de ciego”, perdiendo la perspectiva de quién era el
enemigo y cómo era el enemigo.
Desde
el debate televisivo a cuatro del pasado 13 de Junio Pablo Iglesias ha repetido
hasta la saciedad dirigiéndose a Pedro Sánchez y al PSOE que “se estaban
equivocando de enemigo”. Y tenía razón en eso Pablo Iglesias, pero seguía
estando ciego, seguía sin ver el pecado de origen: el error de no darse cuenta
que su enemigo desde hace cuatro años no era el PSOE sino exclusivamente el PP y Mariano Rajoy. Y -por la otra parte- Pedro Sánchez y el PSOE
era tristemente lógico y normal que tratasen de defenderse de los ataques de
Podemos y de Pablo Iglesias y, sobretodo, que se sintiesen rabiosamente dolidos
por no haberles apoyado en el intento de investidura cuando podrían haber
acabado definitivamente con el PP, y reaccionaron con rabia, como niños,
atacando a quien realmente no debiera de haber sido nunca su verdadero enemigo.
En
este error de planteamiento estratégico de ambos, desde el verano de 2015 y
tras los resultados de Diciembre, se fraguó el resultado que se iba a dar en
Junio.
Una
diferente visión de este mismo error estratégico de planteamiento fue el pensar
–y definir toda la acción al respecto- en la idea de que el único camino viable
era “acabar con los demás” para ser “yo” sólo al que la gente vote.
Pienso (y puedo estar absolutamente equivocado)
que un gran porcentaje de las personas que no han votado a Unidos-Podemos ha
sido porque han tenido la sensación de que sus dirigentes estaban rompiendo,
restando, “acabando con”, …en vez de sumar y unir. El gran error de la
izquierda -¡¡como siempre!!- ha sido su
gran división, su personalismo. Se ha cometido el error, el grandísimo error de
querer actuar con la imagen de líder de Mariano Rajoy; y eso sólo funciona en
el PP; en la izquierda el gran liderazgo lo debían de haber tenido las ideas,
no las personas. En el PP nadie discute nada; se hace lo que dicta-dura su
cabeza directiva; en la izquierda hay muchas ideas y muy válidas, esto es lo
que debía haber constituido nuestra bandera.
Siguiendo
con esta idea, la tercera causa para mí del fracaso electoral ha sido no lograr que
durante la campaña se hablase del PP y de Rajoy y sólo del “miedo” de lo que podía
pasar si ganase Unidos-Podemos. Las personas somos unos seres muy
complejos en las que el cerebro y las emociones funcionan de una forma que hay
que conocer y actuar en consecuencia. No es cierto que las personas actúen por
razones, ni es más cierto que actúen sólo por emociones. Las personas actúan por
la interrelación entre ambas facetas; las emociones pueden potenciar las
razones y pueden anularlas, y el razonamiento puede motivar la acción o
atemperarla. Y yo creo que ha sido un error de infantilismo de la izquierda
permitir que solo se oyera el runrún del miedo gestado desde el PP de lo que
podía hacer Unidos-Podemos si llegaba a ganar, …e incluso si ganaba al
PSOE. Teníamos (U-P y PSOE, e incluso
C´S) que haber estado repitiendo una y mil veces, sin parar, todas las
injusticias, robos, abusos y demás lindezas con las que nos han adornado
durante cuatro años (¡¡y todos los anteriores de corrupción continuada!!) el PP
y -por consentimiento cuando menos- su
presidente Mariano Rajoy. Esto es lo único que debería haberse escuchado en
cada intervención, esto es con lo que deberíamos haber contrarrestado… ¡¡y
multiplicado por cien!! cada grito de
alarma y miedo del PP; ….pero no lo hemos hecho, la gente solo se ha ido alimentando
de miedos y de riñas personales fratricidas.
El
movimiento 15 M nació de la indignación y se transformó en motivación y
esperanza, y así fue creciendo y creciendo llegando a todas las capas sociales.
Sabíamos, conocíamos la situación que no queríamos, y reaccionábamos ante ella.
Pero el “sabio y maquiavélico” Rajoy sabía cómo contrarrestar esto: ….no
haciendo nada, dejando que el tiempo fuese pasando, ….y que empezásemos a
cometer errores. A lo largo de estos años, e incluso día a día tras las
elecciones de Diciembre, teníamos nuevas noticias sobre el “mal hacer” (por no
decir “abyecto”) del PP y de su entramado dirigente, pero se hablaba muchísimo
más de las luchas entre Podemos y el PSOE, dentro de Podemos, dentro del PSOE,
la “desaparición” de IU,… y todos los posibles males del infierno.
Aún
estamos discutiendo si la “fusión electoral” de Podemos e IU ha sido positiva o
causa del fracaso. Ni me preocupa; personalmente creo que ha sido un error, …o
más bien “una ampliación” del error, porque el verdadero error se había
cometido mucho antes, dos años antes, cuando nadie supo ver -o no quiso ver- que a las elecciones había que ir con una
definición única de políticas aceptadas por toda la izquierda y un mantra
(¡¡sí, un mantra tantas veces repetido como las mentiras del PP!!) de las
ignominias del Sr. Rajoy y su equipo. Esa unión de principio hubiera acabado
sin duda con el PP; pero sólo fuimos capaces de pelearnos unos contra otros.
Creo
que, desgraciadamente, tenemos lo que nos merecemos; o, como suele decirse:
solo ha pasado que hemos recogido la única cosecha posible de acuerdo con la
semilla plantada.
Como
he dicho al principio de este artículo, en este Blog, no me guía tanto “hablar
de política” sino más bien hablar “de conductas y actitudes” personales.
Nuestra forma de pensar y de actuar nos llevará a determinadas posturas y
acciones en lo político, pero también en nuestras relaciones diarias con
nuestro entorno laboral, familiar, o de amistades.
¡¡ ¿Cómo
demonios vamos a sumar
anulando o despreciando los valores de los demás? !!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Anímate a aportar tus opiniones a todos los participantes del blog