¿POR QUÉ NO TENEMOS AÚN GOBIERNO?

Allá por los comienzos de los 90, estando en Palma de Mallorca, un compañero me hizo la siguiente pregunta: “Carlos, tú que eres de Bilbao, ¿puedes explicarme qué demonios es ETA?”; y yo le pregunté a mi vez: “¿Qué ETA, la actual o la de 1964?”

Y, de la misma forma, si para responder a la pregunta de “por qué no tenemos aún Gobierno” nos limitamos a la última tentativa frustrada de esta semana, y las declaraciones de Iglesias, Albert Rivera, o Antonio Hernando y demás parlantes, es muy probable que las “¿razones?” que expresemos no sean las correctas, reales, ni válidas.

Porque la frustración que tenemos millones de españoles que esperábamos y soñábamos con un Gobierno progresista que acabase con la inmundicia de los últimos 4 años del PP, no se ha producido en la semana del 4 al 8 de Abril … y ni tan siquiera desde primeros de Febrero. Estos frustrantes resultados de la imposibilidad de formar este nuevo Gobierno no se ha producido esta semana sino que se  fraguó, a fuego lento y a conciencia, durante los meses que precedieron a las elecciones del 20 de Diciembre.

A lo largo de los tres meses precedentes a las elecciones escribí varios artículos sobre cómo veía yo las cosas y desgraciadamente casi todos mis temores se han cumplido. Os voy a citar tres artículos en concreto

28-09-15.- ¿PODEMOS?.- ¡¡FALTAN DOS MESES!!

06-11-15.- TODO A FAVOR DEL PP,  TODO EN CONTRA DE PODEMOS

21-12-15.-  HEMOS GANADO ...¿HEMOS GANADO?

Os animo a que releáis estos tres artículos y en ellos veréis las que yo creo han sido las verdaderas causas de estar dónde estamos. Causas que aunque aparezcan individualizadas constituyen un todo integrado en un proceso en espiral irreconducible

1ª.- Olvidar el objetivo único indiscutible común: acabar con las políticas del PP

2ª.- Este olvido llevó a no dedicar los esfuerzos pertinentes a buscar un acuerdo de gobierno previo a las elecciones en cuanto a objetivos y políticas

3ª.- Agrandado el error (¡¡de cálculo... o de vanidad u orgullo!!) de creer (todos) que cada uno por sí mismo iban a ganar las elecciones … y no se necesitaba buscar el más mínimo acuerdo o acercamiento con los demás

4ª.- Lo que llevó a ataques personalistas despiadados ... con los que luego se ha querido buscar coincidencias

No se pensaron nada bien las cosas; no se tuvo conciencia política de la posible realidad, y aunque se han intentado sinceros acercamientos y renuncias, y otros no tanto, el error de principio subsistía y el camino que se estaba recorriendo ya no podía llevar a la meta deseada.

Como digo, en esos tres artículos hablo de todo ello.

Y ahora que parece irremediable una nueva cita electoral, ¿volveremos a cometer los mismos errores?. Siento que es casi imposible que las personas que antes no hicieron las cosas bien las vayan a hacer ahora; y si esto lo piensa mucha gente la abstención puede ser de escándalo y se habrán echado al abismo tantas esperanzas nacidas desde el 15M. 

Y no olvidemos una cosa: Según las encuestas, el gran deseo de los españoles era un pacto entre Podemos y el PSOE; y hay un inmenso grupo de gente súper descontenta y desanimada del fracaso del proceso habido. Ciudadanos es claramente de derechas. Personalmente creo que Albert Rivera es una persona sensata, honrada y honesta. Pero su gran objetivo no era acabar con el PP sino con Rajoy y todo lo que Rajoy representa hoy en España. Y si hay nuevas elecciones  -y aunque parezca una ironía al día de hoy-  apuesto a que el PP va a presentarse con un nuevo candidato ….al que Ciudadanos apoyaría claramente… y la vuelta de los quejosos con Rajoy será una realidad.

Opino que Pedro Sanchez volvió a equivocarse una vez más firmando el acuerdo “¡¡¡ inamovible !!!” con Ciudadanos, y no veo fácil que puedan encontrarse nuevos caminos de entendimiento; pero a los españoles hay que presentarles YA un programa único de regeneración democrática y justicia social presentado unánimemente por todas las fuerzas progresistas incluidas el PSOE, al que hay que “saber” sacar de sus lazos conservadores, y con IU y Alberto Garzón, una persona de enorme valía a la que no podemos marginar.

No me dejé llevar de falsos entusiasmos hace unos meses. No veo con optimismo el presente. Pero volvemos a tener dos meses por delante: ¡¡¡hagamos las cosas bien de una puñetera vez!!!