La sección de este Blog en la que publico este artículo
se denomina “Hablemos del Gobierno” y su logo identificativo es el que encabeza estas
líneas.
Creé esta sección
allá por julio del pasado año con la intención de que no siguiésemos olvidando
todo lo que iba haciendo este Gobierno desde el inicio de la legislatura, y
como mi pequeña aportación para tratar de acabar con una clase de dirigentes
corruptos, mentirosos y faltos de la más mínima ética y respeto a los intereses
de los humildes y de “los que no son de
su grupo”.
En esta sección he escrito 35 artículos. Sin embargo, esta
sección tiene un complemento menos específico en la denominada “Política y Sociedad”, iniciada un año antes, con más de otros 50 artículos
(varios de ellos duplicados en ambas)
A lo largo de todos estos artículos creo que cualquier
lector puede tener una idea bien clara de cuáles son mis enfoques políticos y
sociales, y creo que no existirá nadie que pueda poner en duda que estoy
prácticamente de acuerdo en la totalidad de los principios e ideas de Podemos,
y absolutamente en contra del comportamiento déspota y prepotente del PP.
Sin embargo, también, en el desarrollo temporal de este
conjunto de opiniones, habréis encontrado mis temores y mis premoniciones de
que el cielo soñado, y esperado, podría ser mucho más difícil de alcanzar de lo
que parecía posible hace ahora un año. Soy plenamente consciente de que en
estos momentos Podemos no necesita críticas y desinfles anímicos, sino apoyo y
seguir trabajando; pero el ímpetu, el trabajo, el esfuerzo, el entusiasmo nada
logran si están desenfocados.
Soy consciente también que las encuestas no son dogma de
fe y que la realidad de las últimas elecciones abogan por la esperanza de las
sorpresas, además de los resultados positivos que aún se pueden lograr en los
algo más de 40 días que aún quedan hasta el 20D. Pero no sigamos cometiendo el
mismo error de actuar como si no viésemos la realidad; y la realidad es que
Podemos lleva ya muchos meses en que la tendencia a la baja en las previsiones
de voto son innegables; ….mientras que el PP parece recuperarse poco a poco.
De ahí el título de este artículo, porque sí, creo que
las circunstancias son totalmente contrarias a las expectativas de Podemos y
completamente favorables a las del PP, y me explico:
¿Cuál fue la gran fuerza de base en los meses de
crecimiento de Podemos?. Tres factores principales:
Primero, su nacimiento como partido y el “aglutinar” los
múltiples movimientos de indignación y protesta sobre la situación económica y
social de millones de españoles. La gente se ilusionó por esta posibilidad y
por este cauce. La gente pensó: “por aquí se puede conseguir acabar con la
situación a la que nos arrastran”.
Segundo: La aparición de unos líderes absolutamente
distintos de los que hasta ahora habían estado al frente de los partidos
políticos.
Tercero: Una idea de “acabar con el bipartidismo” del
PP-PSOE como identificativo de todos los males que nos aquejaban.
¿Y qué pasó?, que aquél pequeño arroyo de montaña,
recóndito y desconocido, fue creciendo y se convirtió en un caudaloso río al
que ya todos oían y se arrimaban.
Pero qué ha ido sucediendo con el paso del tiempo? ¿Cómo
han ido evolucionando los tres factores de éxito citado?
Me viene al teclado un primer sentimiento, una primera
valoración global: El paso del tiempo ha ido limando poco a poco su fulgor y su
poder de convocatoria; me explico: El fenómeno de arrastre de un surgimiento es
directamente proporcional a la fuerza del mismo: Podemos creció mucho más
espontáneamente y “por reacción contra” que cualquier otro partido y esto
produjo un movimiento de simpatía jamás visto; pero este fenómeno inicial se
acabó por sí mismo, y luego viene, inexorablemente, el periodo de
consolidación: un periodo en que se puede seguir creciendo poco a poco, o en el
que se puede ir bajando..
Y hagamos un ejercicio a este respecto: supongamos que
medimos, cuantificamos, el volumen, número y repercusión mediática de
movimientos populares contra la corrupción, desahucios, y otras injusticias y
robos sociales, ¿cuál sería la evolución a lo largo de los siete últimos
meses?, sin duda alguna de disminución creciente cuando no ya desaparición.
Vayamos al segundo factor: al de los nuevos dirigentes.
Cuando hace un año irrumpió Podemos, la “popularidad” de Pablo Iglesias se situó
por las nubes; y la de la triada Iglesias- Monedero-Errejón a la cabeza de
cualquier encuesta. ¿Qué ha pasado a lo largo de estos meses?, Que aunque
Errejón sigue manteniendo a nivel individual una buena valoración, la
popularidad de Monedero se fue al garete y la de Pablo Iglesias ha disminuido
muchísimo, y no sólo en “los ajenos a
Podemos” sino, lo más grave, dentro de sus bases militantes, que cada vez se
han manifestado más en contra de sus decisiones “de gestión de un partido”
(quizás necesarias y hasta correctas) y han participado cada vez mucho menos en
las consultas de carácter general. Esto, del interior de Podemos, se agrava con
el incremento de la popularidad de los lideres de Ciudadanos, y hasta de Pedro
Sánchez del PSOE, y hasta de algunas de las nuevas caras del PP.
En éstas (y que me lo permitan los meapilas de este
partido) hay una gran baza que el tirano de Rajoy no va a permitir que explote
que es Soraya Sáenz de Santamaría. Los demás nuevos (¡¡no tanto!!) no son como
para asustar a Pablo Iglesias ni a Albert Rivera, ni a nadie, pero sí han
producido un efecto innegable en muchos partidarios “quejosos” de los actuales
partidarios del PP : “Si somos capaces de ganar, hay equipo de reserva para ir
cambiando nuestra imagen”; y esto, además de animar a estos seguidores y “parar”
la sangría que estaban teniendo, hacen que Ciudadanos tenga que “ponerse las pilas”
, …y luego hablaré de ello.
Pero vuelvo al segundo factor, el de los nuevos
dirigentes, y lo uno al tercero: el de acabar con el “bipartidismo”. A mí, eso de acabar con “el bipartidismo” me
pareció en principio una idea muy buena, con la que me sentía identificado, ya
que -¡¡iluso de mí!!- me la imaginaba
como un edén democrático en que las –todas- diferentes ideas tenían cabida en
el Parlamento, y ninguna ideología, o modo de hacer las cosas, se instauraba
sin posibilidad de cambio. Pero no, este no era el significado de “acabar con
el bipartidismo” de Podemos ni de Ciudadanos: su objetivo era simplemente
acabar con el PP y con el PSOE, aunque volviera a haber solo un par de partidos
–otros–nuevos-distintos-…ellos- en el Parlamento.
Y entonces, por ello, “las ideas, los principios, las filosofías” quedaban en
segundo lugar, lo primero, por encima de todo, era acabar con las personas, los
líderes de estos partidos….y de ellos dos mismos, del uno contra el otro.
Y este “personalismo”, este querer acabar con la
persona -Alberto Garzón, p.ej.- ha sido captado por mucha gente de forma muy
negativa y ha hecho que Podemos pierda muchos de sus “simpatizantes”. La gente
quería capacidad de unión, fuerza, seguridad de toda una nueva forma de ver las
cosas diferente al poder del dinero y del status económico establecido, y lo
que ha ido percibiendo es que aquí simplemente hay una lucha de poder y de
querer “acabar con todos los demás” y no una lucha en igualdad y colaboración
por lograr el éxito de unas nuevas ideas políticas.
Y ¿dónde nos encontramos?
Pues que Ciudadanos, calladito, calladito; prudente, prudentito;
sabiéndose dueño y señor del “arbitraje” y que
-en principio- nadie le va a negar la posibilidad de coalición
(¡¡incluido PP!!), se está dejando llevar y sí sigue acumulando poquito a poco
popularidad y reconocimiento “de prudencia y seguridad”; y si tiene que pisar
el acelerador para no perder protagonismo lo hará sin duda contra el flanco más
débil: los “centristas del PSOE”
El pobre PSOE recibiendo y soportando “la pinza” de la
derecha por Ciudadanos y de la izda por Podemos. Creo que al PSOE difícilmente
le va a dar tiempo para recuperar posiciones perdidas –aunque según los especialistas en
sociología- esa debiera ser la evolución
Y, por el contrario, el PP recuperando algunos de sus
votos perdidos …..¡¡¡ y todos los procedentes del problema catalán!! ¡¡De la
Unidad de España!! Que es, sin duda, la
mejor baza con la que se encuentra el PP durante este periodo electoral. Soy un
gran partidario de José Mª Izquierdo y sus análisis y comentarios diarios en la
SER; pero el otro día estuve totalmente en contra de una valoración que hizo de
Rajoy en relación con el tema catalán. Más o menos, con sus propias palabras,
vino a decir que Rajoy había sido un inepto en cómo había manejado la crisis
catalana y al estado al que la había conducido. Pues no, mi querido amigo,
Rajoy no se había comportado de forma equivocada o ineficiente, Rajoy se había
comportado de forma muy estudiada, muy calculada y muy maquiavélica. Rajoy ha
medido perfectamente los tiempos para que en este periodo de campaña electoral
sólo se hable de Cataluña y nada de desigualdad social, de precariedad, de
pobreza infantil, o de cero presupuesto para la memoria histórica o las
necesidades de los minusválidos. Y se ha erigido como el único capaz de parar y
acabar con una posible secesión catalanista
Quizás este artículo sea el último, o el penúltimo de
esta sección, y ciertamente puede resultar triste y desesperanzador. Pero no lo
es del todo. Me abruma pensar que el PP pueda volver a estar en el poder, en el
Gobierno, sólo o apoyado por otro partido; sería terrible; pero al menos creo
que habrá una proporción importante de representantes de Podemos, PSOE, IU y UPD y otros, que, si aceptan y asumen sus
nuevas responsabilidades, podrán ser –conjuntamente- una gran muralla ante las
injusticias y un gran motor para la recuperación ética del PAIS.
Creo que PODEMOS ha cometido un gran error estratégico en
estos meses, y que los resultados del 20D no van a ser los que muchos soñaban;
no sé si aún se está a tiempo de reconducir la voluntad popular; pero si no se
logran estos objetivos, Pablo, Pedro, Alberto, …¡¡¡no tiréis la toalla, no os
enfrentéis entre vosotros, luchad conjuntamente por los ideales y derechos de
tantos españoles que confían en vosotros, de tantos españoles que os
necesitamos!!
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