Él
tiene más o menos mi misma edad. Vive solo. Ella tiene más o menos mi misma
edad. Vive sola. Los tres vivimos en el mismo entorno. ¿Por qué ellos -como
muchas otras personas- verbalizan continuamente "lo tristes y solos que se
encuentran"?
No
voy a ser yo, y aquí y ahora, quien niegue que "la soledad" es una
situación que para muchas personas se hace muy dura y difícil de soportar. Pero
lo que creo debemos preguntarnos, y respondernos, es si la soledad es una mera
situación física o es un sentimiento: ¿ "estoy solo" o
"me siento solo" ?
Todos
podríamos contestar de la misma forma a qué es "estar solo". Es
evidente. Es una realidad física. Es no tener a nadie a nuestro lado.
....Aunque también cabe preguntarse ¿nadie?, ¿nunca?, ...o estamos solos de
ciertas personas y en ciertos momentos?; y, en este caso cabría preguntarse: ¿y
por qué "decir" que estamos solos cuando no están a nuestro lado esas
personas....aunque sí haya otras junto a nosotros?. Y en la respuesta a esta última pregunta creo
que está la explicación del tema: porque "nos sentimos" solos aunque
estemos acompañados de otras personas.
Por
eso, creo que la soledad es, por encima de todo, un sentimiento. Un sentimiento
(de variados matices) que en el fondo implica
"no tener algo" ...que teníamos (añoranza), que amábamos
(morriña), que deseábamos (desesperanza), etc. Es decir: nos sentimos solos porque no nos llenamos con nosotros
mismos, con lo que está en nuestras manos, a nuestro alcance, ...y centramos
nuestra única posibilidad de sentirnos bien en alguien o algo que ahora "no tenemos"
Cuando
a veces pienso en este tema; cuando he sentido la necesidad de escribir este
artículo; cuando he experimentado lo que voy a relatar a continuación, el
proceso que sigo para no estar solo, para no sentirme solo, es responderme
a "¿qué está realmente en mi mano
para eludir esa situación (real o sentimental)?", y las respuesta que me
doy es : "mi capacidad, mi libertad para hacer lo que crea, sepa, que me
puede hacer feliz en este momento, en este aquí y ahora". Y queridos
amigos, esto no es una "perogrullada", por evidente que sea, esto
es -pura y simplemente- la aplicación
del principio elemental del secreto de la felicidad: “tener el control de tus propios
sentimientos, mediante el pensamiento y la acción”: ¿quiero sentirme
bien?, pues “pienso”
en qué me hace feliz y “lo hago”
Y
lo que yo tenía hoy al alcance de mi mano era poder “compartir con vosotros” el
placer que me da visualizar vídeos de André Rieu y su Orquesta. No sólo es “oír”
música clásica sino ser capaces de captar la alegría y otras muestras de emociones
de felicidad que se pueden encontrar en los músicos, en los cantantes, en el
público; gestos, movimientos, sonidos especiales…. y “vivirlos”, sentirlos,
ocupando con ellos ese hueco que podrían ocupar la añoranza, la morriña, la
tristeza, la desidia, etc
Yo
me siento inmensamente feliz “tomando la
decisión” de buscar estos vídeos y ponerme a montarlos en este artículo, y he
querido compartir con vosotros esta felicidad. Así, tan fácil, no me siento
solo, aunque no tenga nadie a mi lado.
Me
encantaría saber que esta selección de vídeos os ha proporcionado también
felicidad y compañía.
Y finalmente un ejemplo apoteósico de una posible catarsis
cuando uno "se entrega" y sale de su pensamiento negativo
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