Mi querido amigo Fidelio está sufriendo estos días. Me
aprecia mucho y no me ve contento, y esto le entristece. Además como
físicamente me ve bien, y de vez en cuando nos reímos con las respectivas
puyitas del uno al otro, sabe que mi tristeza es algo profundo y sordo; y,
además, fiel observador de mis publicaciones, sabe que si yo no estoy
escribiendo de política es que algo no va bien.
Así que tras una amigable charla con él he decidido
hacerle caso y “airear” lo que llevo en mi interior pues, además -según él-
quizás a algunos de mis lectores también les venga bien contrastar algunas
ideas y opiniones.
Estamos a tan solo 5 días de las elecciones municipales y
algunas autonómicas, Cierto que llevo bastantes días sin escribir al respecto,
en concreto desde el pasado 30 de Abril, pero sí he escuchado y leído todo lo
que he podido “soportar” al respecto; y empleo a propósito la palabra
“soportar”, porque no es fácil aguantar tantas mentiras, mamarrachadas,
desprecios, y hasta amenazas que a unos y a otros parece gustarles tanto. Y de
ahí el título de este artículo; de ahí mi sentimiento, y creo que el de muchas
personas, que hemos pasado desde la indignación a la esperanza, y de esta
estamos empezando a caer en la desesperanza.
No quiero, no debo, es improcedente, repetir todas y cada
una de mis consideraciones expresadas a lo largo de los 30 artículos
específicos de esta sección, amén de otros varios en otras secciones como
Política y Sociedad. Pero de todo ello creo que podría destacar estas líneas
básicas de mi pensamiento:
1.- La “Economía” no puede ser el único Dios a quien
adorar y supeditar todo
2.- La Justicia Social es el principal bien del ser
humano y por el que se debe luchar por encima de todo
3.- Las desigualdades sociales son la mayor lacra de un
pueblo, de una nación, del Mundo en su conjunto; y es intolerable que encima se
fomente con medidas políticas plenamente conscientes.
4.- El único fin de la política, de los gobernantes, debe
ser el bien común
Los aspectos negativos de estos cuatro puntos son los que
pueden habernos producido ese nivel de indignación que nos llevó al 15 M y a
movimientos “revolucionarios” similares. Movimientos revolucionarios sin armas
y sin dinero; con la fuerza de la palabra, de la razón, y del valor personal de
los que salieron a la calle y propugnaron el despertar de la Justicia y el
desenmascaramiento de tanto ladrón y corrupto.
Esto nos generó una gran esperanza en que las cosas
podrían cambiar, y esta esperanza regeneró las fuerzas de los que se decidieron
a dar un paso más adelante, apostando fuerte por la única vía válida para
cambiar realmente las cosas: estar en las instituciones desde las que se ejerce
el gobierno: Ayuntamientos, Comunidades, y Gobierno central
Esta regeneración, este aire nuevo lo llevó a sus más
altas cotas la aparición de Podemos y su enorme desarrollo en un tiempo record.
Pero, desde mi humilde opinión, también hemos de aceptar “nuevos aires” en muchos otros partidos de
ámbito estatal o local. Sólo ha habido uno inamovible: el único que siempre ha
ignorado y menospreciado a todos los demás: el PP; el emblema de todos los
conceptos de vida relacionados con el abuso, la corrupción, el mangoneo, la
mentira, el robo y el engaño. ¡¡Y que
conste que quiero dejar bien claro una cosa: estoy seguro que hay miles de
seguidores y militantes del PP honestos y convencidos de principios de justicia
y ética; e incluso aseguraría que también algún que otro parlamentario y
alcalde; pero la cúpula dirigente, las estructuras franquistas que manejan con
“ordeno y mando” el PP; los que hoy tienen el poder real, esos, todos, deben
ser expulsados absolutamente de cualquier posibilidad de seguir en sus puestos.
En esta situación, cobró una especial relevancia, como
“la gran y única verdad” eso de que hay que acabar con “el bipartidismo”, y la gente ilusionada y
esperanzada empezó a pronunciarse claramente a favor de “dos nuevos partidos”: Podemos y Ciudadanos,
y con estas llegamos a las elecciones en la Comunidad Andaluza y a la próxima
cita del domingo 24. ¿Y qué es lo que ha pasado?....pues que los dirigentes de
estos dos nuevos partidos que parecían que iban a proporcionarnos realmente a
los españoles la solución a nuestros problemas,… ¡¡ “temo” que no vayan a
resolvernos absolutamente nada, ….sino un mayor caos….que a lo mejor es lo que
hace falta realmente para que se nos abran los ojos!!
Puse antes 4 principios básicos de mi filosofía política;
pero falta alguno más.
El 5º es que al ser -o deber ser- el bien común el único
objetivo de los políticos responsables, no puede existir ningún objetivo de
poder cuantitativo a nivel de partido que pueda ponerse por encima. Y voy a
explicarme:
En la conversación que tuve con Fidelio, y hablando de
ese importantísimo porcentaje de indecisos que muestran las encuestas, me
preguntó: “Tú ¿a quien votarías?”, y le respondí recordándole muchas de las
cosas que ya he escrito al respecto en los artículos anteriores pero que ahora
resumiría en esta consideración: “¡¡Ahí está el problema!!, en que tenemos el
circo montado sobre votaciones a personas y a siglas, y no votamos
programas!!”; y no votamos programas por tres razones:
- Porque nos conformamos mucho más con escuchar en la radio o en la TV cinco minutos de un comentario de la campaña que dedicar una hora cada día a analizar los programas de los partidos y poder determinar las diferencias, sus posibilidades, y su credibilidad.
- En segundo lugar, porque quizás en el fondo haya un cierto y resignado convencimiento de que “todos prometen lo mismo” y luego hacen lo que quieren
- Y, en tercer lugar, porque los candidatos se limitan a criticar al otro, a todos los otros, en vez de tratar de que “entendamos” lo que realmente quieren hacer
Por eso -le dije a
Fidelio- yo votaría a una persona de prestigio que se presentase solo,
independiente, y con la promesa de montar un gobierno de coalición con
representantes de todos los demás partidos, y en base a un decálogo de
principios básicos acordados previamente con los demás partidos antes de las
elecciones. A esa persona votaría; a una persona que nos demostrase que el bien
común es lo único que le preocupa.
Porque mi 6º principio, o línea filosófica política, es
que la unión hace la fuerza, y que “yo gano si tu ganas” es mucho mejor que “yo
gano si tu pierdes”. Realmente ¿es “más creíble” el político, el partido, que
se muestra incapaz de encontrar puntos suficientes de acuerdo con los demás, en
bien de las personas, para poder llegar a un pacto de gobierno?; ¿es más
creíble el partido, el político, que no tiene como objetivo lograr “buscar,
encontrar, y plasmar en un programa común” los objetivos básicos de gobierno
para resolver las situaciones de injusticia que inundan la sociedad española?
¿Por qué puedo creer y confiar más en los partidos, en los políticos, que
quieren acabar con el “bi-partidismo” y que estarían encantados con ser ellos
el único partido con mayoría”?
Te he escuchado querido amigo, y he aireado lo que llevo
dentro; pero no sé si me siento mejor, por haberme liberado de estos sombríos
pensamientos, o me siento más triste aún porque un día más ha transcurrido sin
que nadie cambie ni un ápice su postura de “acabar con todos los demás”
¡¡¡ Dios, ¿cómo podemos poner tan a huevo al PP que
enarbole la amenaza de que sin ellos España va a ser ingobernable?, ¡¡¿Cómo es
posible que los políticos candidatos de los partidos “que quieren cambiar las
cosas” no hayan sido capaces de crear programas conjuntos para ser votados
unánimemente?!!
El lema de este Blog es
por eso no comprendo que las personas a las que podamos votar no puedan entenderse entre ellos para poder pensar en los demás
Sí, de indignado pasé a esperanzado, y ahora estoy desesperanzado
por eso no comprendo que las personas a las que podamos votar no puedan entenderse entre ellos para poder pensar en los demás
Sí, de indignado pasé a esperanzado, y ahora estoy desesperanzado
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