Ayer
me enfadé con mi amigo Fidelio. La verdad es que a veces me resulta un …, bueno
no lo digo. Y me enfadé porque me tildó de “simple”, de “iluso”.
Y fue
en relación a la Ley de Consultas que ayer aprobó el Govern de la Generalitat,
la convocatoria de la consulta, y la postura del Gobierno español.
El
pasado 7 de Abril ya escribí en este Blog mis opiniones sobre esta consulta,
cuando iba a debatirse en el Parlamento español una propuesta de Ley que
permitiría a todas las comunidades
realizar consultas y referéndums; y ya en dicho artículo yo mismo me preguntaba
si no podría ser demasiado “simplista” el argumento que yo expuse entonces (y
que no voy a repetir aquí, sino que os animo a que lo leáis en este enlace)
Pero
han transcurrido 5 meses desde entonces y nada ha variado en el marco de los
planteamientos políticos y jurídicos. Ayer se aprobó la Ley de Consultas
catalana, y se convocó "la consulta". El Gobierno español volvió a decir lo mismo
de siempre: que “es ilegal” y que se va a recurrir e impedir. Este es el marco
Pero
en todo este tiempo, y en todos los ámbitos, todos los “anti-consulta” solo
esgrimen el mismo y único argumento (cierto, real, legal): “que un referéndum
sobre la posibilidad de secesión de una parte del Estado español sólo puede
tener validez si se hace para todos los españoles”.
Y vuelvo a mi pregunta de
hace 5 meses: ¿Y por qué no se hace?; ¿por qué no se pide opinión a todo el
mundo? (Leed por favor el citado anterior artículo y veréis todo el
razonamiento de mi propuesta)
Ayer
tuve ocasión de ver y escuchar diversos debates televisivos sobre el tema.
Algunos en compañía de mi querido Fidelio, y me llamaron la atención principalmente
las siguientes:
*.- La primera de ellas es que -de acuerdo con la Ley de Consultas- la “consulta” prevista para el 9N expresamente
está definida como NO vinculante, como “NO
refrendataria”. Es decir: una mera recogida de opiniones sin ningún efecto
real. Nada que ver con la “ruptura” de España que parece ser la gran defensa
del Gobierno (por supuesto su obligación)
*.- La segunda es que todos los
análisis que se han hecho estiman que no votarían a favor de la independencia
ni el 50% de los catalanes consultados. Incluso el mismo Mas hace unas semanas
estimaba que podría no obtener el respaldo del más del 40% de la población.
*.- Pero, por el contrario, sí
parece abrumadoramente mayoritario (60-70) el porcentaje de catalanes que sí
quieren votar, aunque sea para expresar que no desean la independencia.
*.- Y, finalmente, el argumento
básico y definitivo -ya citado- de los
que consideran ilegal la consulta propuesta por la Generalitat: “La Constitución establece que un referéndum de
secesión sólo sería válido si es para el conjunto de todos los españoles”
Por
todo ello, y volviendo a mi artículo del pasado mes de Abril:
a.-
Si se permite solo una “consulta”, todos los catalanes están de acuerdo
b.-
Si el resultado de esa “consulta” es “Sí” a la independencia, o “No”, el valor
ejecutivo es el mismo : ninguno
c.- ¿Por
qué no hacer el referéndum para toda España?. Lo normal, lo lógico, lo que “dicen”
todos que pasaría es que “el conjunto de todos los españoles no querrían la sección
de Cataluña, con lo que problema anulado. …Y sí resultase que la mayoría de los
españoles quiere que Cataluña se independice de España, ¿no habría que
pensárselo?
Pues
bien, mi docto amigo Fidelio, con esa sonrisita maquiavélica que apenas se
insinúa, me mira -con cariño, eso sí- y
me dice: Carlangas, qué simple eres, qué ingenuo. ¿Me quieres decir para qué va
Rajoy a hacer ese referéndum para toda España?, ¿es que va a ganar algún voto
cara a 2015?, no, ¿verdad?, pues entonces lo único que hay que hacer es seguir
demonizando a los que se han atrevido a plantear dicha cuestión.
Y me
sigue diciendo: Mira, Carlangas, el PP tiene tres grandes grupos de votantes:
1.- Los “antis”: los que
votarán siempre al PP porque llevan en sus genes un odio de generaciones contra
los socialistas, los vascos, los catalanes, y todo lo que no sea “su España”. Para las aspiraciones de voto del
PP, la situación provocada por la Generalitat , y la actual postura de
enrocamiento del Gobierno, es la mejor posible para afianzar el voto de este
sector
2.- Los “capitalistas
financieros”. Exactamente lo mismo. A estos ya les está resolviendo la
situación en que se encontraron a comienzos de la década. Estos lo único que
quieren es tranquilidad, “que todo siga igual”. Por tanto Rajoy y su Gobierno
no tiene que hacer nada.
3.- Y , finalmente la
Iglesia. En esta se ha apoyado el PP siempre que lo ha necesitado, y le dió millones
de votos con su presentación del recurso de inconstitucionalidad a la ley del aborto
de Zapatero. Este recurso lleva más de cuatro años “dormido”; por qué?, porque
para el PP era mejor hacer una nueva Ley que derogase la de Zapatero, que el
riesgo de que por A o por B el Tribunal llegase a NO declararla
inconstitucional.
Pero todos sabemos cómo se han desarrollado los
acontecimientos: La repulsa popular, e internacional al proyecto de Ley de Gallardón ha sido tan
fuerte que finalmente a Rajoy no le ha quedado más remedio que retirar la Ley
(incumpliendo una promesa más de su programa electoral). ….¡¡Pero nada de
reavivar la demanda dormida ante el Constitucional, ni dada de retirarla!!,
vamos a seguir dejándola dormida (…por si acaso) pero vamos a hacer que toda la
atención jurídica se centre en la inconstitucionalidad de la consulta catalana
Así
que, mi querido amigo Carlangas -me dice
jocoso- esto es lo que le interesa a
Rajoy cara a 2015, y nada del fondo del asunto, del nivel mayor o menor de
democracia y libertad de las personas, ni la secesión o no secesión de
Cataluña. “Al fondo, ni puto caso”, que solo se trata de ganar las próximas
elecciones. Luego, según los resultados, ya veremos, pero de momento no se toca
nada.
Pues
bien, a mí me gustaría poder opinar siempre, y siempre estaría a favor de
cualquier consulta porque parto del respeto a las opiniones diferentes a la
mía. Y, además, señor Presidente, una cosa es conocer la opinión de la gente y
otra seguir ejerciendo la responsabilidad de la toma de decisiones: Ud. debiera
sentir el deber de conocer al máximo las opiniones de los españoles, aunque
pudieran ser distintas de la suya; y luego obrar de la forma adecuada, que para
eso es Ud. el máximo responsable ejecutivo del Estado, pero “negarse a conocer” eso solo es posible en
dos supuestos: o que Vd se crea Dios, que todo lo sabe y siempre lo que Vd.
piensa es la única verdad; o que realmente le importe un bledo las opiniones de
los demás.
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