RETIRO PARA SENTIR LA BELLEZA

Hace unos meses escribí el artículo “El sentido goce de la belleza” en el que manifestaba (vídeo incluido) cómo  “sentir”  la belleza es mucho más que un rápido “ver” o “escuchar” algo  -por muy bello que sea, por mucho que nos guste-  solo con nuestros sentidos externos, hechos precisamente para esas percepciones rápidas,...  sino que debe ser algo sentido y vivido muy en nuestro interior, y con la duración e intensidad que nosotros mismos nos permitamos disfrutar.

Es cierto que para ello deben coincidir algunas circunstancias externas y de nuestro propio estado de ánimo. Es necesario que estemos “en paz” e inmersos, cerebralmente, solo en el sentimiento de placer y deleite que podemos estar disfrutando.

A mí me llegan a menudo muchas presentaciones y videos a cual más bonito; pero solo algunos, en determinados momentos, llegan a “emocionarme”; y cuando eso pasa, cierro todo el mundo exterior que me rodea, y vuelo a vivir una, dos, tres veces, esa sensación de placer y disfrute que me inunda.

Y os cuento todo esto porque hoy me ha pasado de nuevo. Hoy, a través de mi querida amiga Ena, me ha llegado un video producido por Andreea Pecut, a la que no tenía el placer de conocer. 

Disfruté mucho con el vídeo, y decidí tratar de compartirlo en este blog. Me puse manos a la obra y encontré su página web (www.andreeapetcu.com)   y los cientos de videos que tiene colgados en la red (Youtube), y  “flui” por ese mundillo sin darme cuenta del paso del tiempo, sino simplemente sintiéndome henchido de felicidad.

Como todo en esta vida, nada es igual para todos, ni mucho menos cosas como los gustos musicales, artísticos, ni los estados de romanticismo de cada cual; por tanto, estos vídeos, con los que yo tanto disfruté,  puede que a algunos de vosotros no os digan nada; pero para los que sí pueda aportaros un poquillo de mayor bienestar, aquí está mi colaboración.

Os he preparado un vídeo que engloba 6 de ella, para que podáis disfrutar durante algo más de 20 minutos. Tomaros vuestro tiempo; buscaros un lugar en que nada os distraiga, y “sentir” el efecto de tanta belleza en vuestro interior, Luego, sonreír, y llevar esa felicidad a cuantos os rodeen